10 - 11 de Agosto de 2015 Mérida - Ruta Puuc - Campeche

Buenos días a todos,

Ante todo, pediros disculpas por no haber reportado nada en los últimos dos días, pero hemos tenido algún problema logístico debido a las lluvias. Todo va bien y hoy salimos para Palenque. (Para compensar, hoy entrada doble)

10 de Agosto

Mérida - Ruta Puuc - Campeche

Como el día anterior pasamos mucho más tiempo en los cenotes de Cuzamá de lo que teníamos previsto, hemos visitado la ciudad de Mérida esta mañana. Mérida fue y es capital administrativa del estado del Yucatán, así como sede diocesana (tiene catedral). Desde el hotel hemos caminado unos 15 minutos hasta el centro de la ciudad. Si alguna vez venís por aquí, veréis que todas las ciudades/pueblos siguen el mismo patrón. Hay una plaza principal o zócalo donde está la sede o palacio municipal, la catedral y o el mercado u otros edificios importantes (palacetes nobiliarios, sedes oficiales, etc.) En el caso de Mérida en la plaza principal estaba la catedral de San Ildefonso, el Ayuntamiento y el palacio de Montejo.

La catedral de Mérida (también como casi todas las iglesias del yucatán) tiene una entrada flanqueada por dos torres, ambas son campanarios y la de la derecha tiene un reloj añadido con posterioridad. Lo más curioso de la entrada es que en el sitio donde normalmente va el rosetón, en esta catedral hay un escudo imperial de Felipe II (con la corona, el toisón de oro, etc.) pero cuyo escudo de armas se ha sustituido por el primer escudo constitucional de México (un águila rampante coronada sobre un cactus). Esta vez tuvimos bastante suerte y durante nuestra visita nos encontramos a un señor mexicano que nos empezó a explicar cosas de la catedral. El Cristo que hay en la catedral, es el más grande tallado en madera que hay en toda América, mide 8 metros y pico y está hecho en abedul de Nueva Zelanda y tallado por un escultor madrileño. Es un cristo curioso porque no tiene la corona de espinas, ni el lanzazo en el costado y tiene los clavos en las muñecas en lugar de las manos, según nos explicó nuestro improvisado guía, porque el escultor quería representarlo muriendo en paz y no sufriendo. En una de las capillas está el "cristo de las ampollas", una talla que según la tradición fue lo único que sobrevivió a un incendio provocado por un rayo. También nos explicó que a Mérida en lenguaje maya se la conocía como "Los Cinco Cerros", por 5 pirámides que había allí... y que ahora forman parte de varios edificios, incluyendo los cimientos de la catedral. Tanto los sillares de las 12 columnas centrales, como las piedras esquineras de los muros, todas tienen por lo menos 3.000 años y fueron re-aprovechadas de estas ya desaparecidas pirámides.

También nos enseño un arco conmemorativo de 1815-1819, cuando la revolución llegó a Mérida (la catedral se usó como fuerte y todavía se ven impactos de cañón y aspilleras en el frontal)... y su tienda!!! Si... resulta que toda la explicación acabó en su tienda... no compramos nada, pero nos enteramos que Yucatán a principios de s. XX era una de las regiones con más millonarios del mundo debido sobre todo a unos comerciantes libaneses que exportaban sisal, un tejido extraído del henequén y con el que se fabricaban todos los cabos de amarre de los barcos. Al parecer Carlos Slim inició su fortuna comerciando con este material.

También vimos la iglesia de Sta. Lucía, la fachada plateresca del palacio Montejo (el primer gobernador de la ciudad) y la iglesia jesuíta de la tercera orden.

Tras este paseo, cogimos el coche y nos dirigimos a la ruta Puuc.

Pasado Uxmal, en direccción Campeche, hay 4 yacimientos todavía a medio excavar: Kabah, Sayil, Xlapac y Labná. Los cuatro, junto con Uxmal, forman el centro de los yacimientos de estilo Puuc. Al ir hacia allí ya ves la primera diferencia, y es que las carreteras pasan de ser interminables rectas... a ser interminables rectas con un montón de cambios de rasante. Nosotros sólo visitamos Kabah y Sayil, ambos fueron curiosos y tenían algunos edificios llamativos, pero a diferencia de los otros restos arqueológicos, aquí todavía hay muchísimo por excavar, de hecho para llegar a la pirámide de Kabah, nos tuvimos que meter un rato por entre los árboles y arbustos de la zona.

Kabah:

Y la pirámide de Kabah "escondida" en medio de los árboles y arbustos: 

Y Sayil:

Al acabar Sayil nos dirigimos hacia Campeche, en total unos 170-180 Km desde Mérida y poco antes de llegar... Lluvia!!!

Nos costó bastante encontrar el hotel de Campeche porque el GPS parece que no está 100% actualizado con los últimos cambios de las calles y porque la lluvia había provocado bastante caos en la ciudad: calles anegadas, árboles caídos, policía y bomberos por todas partes, y algún corte de luz. Al llegar al hotel, nos instalamos, pedimos algo para cenar y a recuperar fuerzas.

11 de Agosto 

Campeche

Hoy hemos decidido tomárnoslo con calma y visitar sólo la ciudad. Aprovechando que el sol volvía a brillar nos hemos dirigido al centro histórico de Campeche. Esta ciudad fue el puerto Español más importante del Yucatán, desde donde se exportaba madera y raíces para hacer tintes. Por eso fue atacado innumerables veces por corsarios y bucaneros ingleses, franceses y holandeses. Finalmente en 1790 y pico, se empezaron a construir las defensas de la ciudad: Una muralla de 4-5 metros reforzada con 8 baluartes y 4 puertas (del Mar, de la Tierra, de San Francisco y de San Román), un polvorín, dos fuertes en colinas cercanas (San Juan y San Miguel) y varias baterías costeras... Obviamente una vez acabadas, los ataques cesaron y se considera una de las mejores obras de ingeniera militar de la época.

El centro abarca unas 5 x 8 calles rodeadas por la muralla y los baluartes ahora tienen otros usos: jardín botánico, museo, restaurante, etc. La catedral y el palacio municipal también están en la plaza principal y la calle 59, que une la puerta de Tierra con la del Mar, está llena de tiendas y galerías de arte.

Paseamos por todo perímetro del casco antiguo y nos sorprendió la cantidad de esculturas que había. También visitamos un pequeño museo sobre la piratería. Al acabar, tras tomar un batido y un zumo, volvimos al hotel, comimos y nos dimos un chapuzón en la piscina, leímos un rato y dormimos la siesta. Por la tarde queríamos ir a los fuertes exteriores, pero cuando volvimos a salir, el cielo ya anunciaba lo que estaba por venir. Mientras visitábamos el fuerte de San Miguel empezó una nueva tormenta, con algo menos de agua que la de ayer, pero con mucho aparato eléctrico. 

 Acabamos de visitar el museo que tiene el fuerte y corriendo nos fuimos para el coche. Recorrimos todo el malecón con el coche, esperando a que pasase la tormenta (hicimos unas fotos a "la Novia del Mar") una escultura de una mujer que espera a su marido, marino, como en la canción de Maná y fuimos a comprar provisiones. 

Cuando salimos había oscurecido y había dejado de llover. Así que volvimos al Malecón y paseamos junto al mar con la ciudad iluminada de fondo.

Nos recogimos y al hotel a cenar y descansar. Próxima parada... Palenque.